Piulet Hostel, hotel en el centro de Barcelona

“Los baños estaban siempre limpios y bien mantenidos, proporcionando la privacidad necesaria. Me sentí muy cómoda usándolos, especialmente siendo mi primera experiencia en un albergue.”

“La cocina estaba súper bien equipada. Aunque no la utilicé mucho, vi que tenía todo lo necesario para preparar comidas. ¡El gran frigorífico también era un plus!”

“Las camas eran muy cómodas y cada una tenía su propio espacio de almacenamiento. Me encantó tener un cajón grande debajo de la cama para guardar mi equipaje.”

“La sala de estar era enorme y acogedora, con un ambiente perfecto para conocer a otros viajeros. También disfruté del café fresco que ofrecían durante mi estancia.”